viernes, 11 de julio de 2008

Pendejadas pendejadas y más pendejadas.

Créanlo o no hasta apenas ayer fue que me di cuenta de mucha de la mecánica relacionada con los blogs, si ya saben, esos mini sitios que abundan en la red y que pareciera que están hechos por puros maniáticos como yo.

Hay mucha dinámica en algunos de ellos, otros simplemente, tienen interés científico; de hecho hasta llegué encontrar uno de bioética, también llegue a ver uno de una treintona, que cuenta sus vivencias, que cree que la nieve de guanábana o guayaba, es una brecha generacional, como si una simple nieve pudiera ser la diferencia entre las formas de pensamiento, ya no digamos filosóficas.

Así podría seguirme y seguirme me, por espacio de una hora, 2 horas, 3 horas, hasta que luego pensé: “ no es esa precisamente la función del blogs” decir cuánta pendejadas se nos ocurra. Al menos ya tenemos el libre albedrío describir lo que queramos, sin temor a que nos censuren ciertamente, aquí tal vez la única censura se escribir tantas pendejadas, como una nieve de guayaba, o simplemente de las temáticas de los blogs.

Muchas gracias.

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