domingo, 1 de febrero de 2009

Justo parece.



El otro día, ya sabes, esos días en los que no tienes mucho que hacer, pensé que había que darle un cambio a mi vida, que las opciones no eran muchas, que el tiempo se acababa.

Todas las mañanas aquel pensamiento cruzaba mi mente y me daba escalofrío, porque justo parecía que todo se iba a venir abajo. El ánimo por los suelos, las transformaciones todas atoradas, pero ahí, en ese punto, algo vendría.

De pronto el cielo se abrió, parecía sacado de un cuento, era mi señor, que una vez más iluminaba mi vida.

Por que no podía ser de otra forma con la ayuda del señor, las cosas cambiaron y para bien, hoy, hace algunos meses de eso, justo parece que las nubes por fin se fueron, no me importa si han de volver algún día, me importa hoy y eso es lo que basta.

Ahora veo sólo la luz del día, siento el calor del sol como la energía de Dios que nos concede para soportar lo que venga, no hay nubes en mi mundo, porque esas se fueron el día en que el sol se abrió.

El sol brilla hoy, no importa mañana, no me importa ayer, lo que importa es la intensidad con la que vives tus momentos, y los mejores momentos, son los hechos con amor.


Por eso, de hoy en adelante, piensa positivo, que lo bueno está por venir, que tu ser está cambiando y que ese cambio no lo para nadie, pues es algo que tú decides, no dejes que otros decidan por ti, que no te importe la vida más allá de lo que tus cinco sentidos pueden percibir.