Como ya han pasado varios días sin que realmente me siente (con paciencia) a postear algo, creo que con el tiempo ha quedado algo muy claro: No he preparado la última parte de “Ha sido extraño pero rico”, la razón, es pues, algo fácil de explicar.
Verán, me encontraba por allá de mediados de agosto, y finales de septiembre muy entusiasmado con la idea de utilizar Linux en mi computadora como sistema operativo principal, desplazando al gigante Microsoft en mis preferencias de software (realmente hasta ese momento mi única opción de software y todavía la única para muchos).
Lo que pasó posteriormente fueron los ya vistos y leídos posteos anteriores sobre el mundo Linux y mi redescubrimiento sobre de él en los últimos casi tres meses. Estaba realmente entusiasmado, pero el tiempo cambia las cosas cambian y también las circunstancias. A lo que me refiero básicamente es al hecho de que me dí cuenta (y esa es una sentencia casi definitiva en cuanto a mi opinión sobre lo que Linux representa para mi) de que Linux es un sistema operativo realmente bueno y ligero, muy por encima de lo que en algunos casos podría llegar a ser Windows; el problema con Linux es su compatibilidad y forma aún muy difícil de configurar para usuarios promedios como yo.
Incluso partiendo de esa premisa, un servidor tuvo que aprender mucho acerca del mundo de las computadoras y su configuración para poder siquiera ver un resplandor de lo grande que puede llegar a ser el mundo de los sistemas operativos y sus respectivas configuraciones que varían de equipo a equipo.
En resumidas cuentas, Linux aún le faltan algunos años más de desarrollo y empeño por parte de la comunidad que lo desarrolla para poder quedarse con esa parte del sector de usuarios promedios por el que lucha cada día con Windows. Linux es muy buen sistema operativo para todos los usuarios de medio a experto, porque para ellos la configuración resulta a final de cuentas a “pedir de boca”.
Un usuario promedio lo que necesita es un botón o una marca que le indique que proceso es el que hará el aparato por él, no le gusta indicar que es lo que tiene su aparato para que éste lo pueda hacer. Las cosas en ese sentido para Linux aún tienen que ser más sencillas y mejoradas.
Linux sería el sistema operativo perfecto si todos los habitantes del planeta tuviéramos conocimientos un tanto profundos (no mucho, pero si más de lo que la mayoría de la gente ya sabe como usar “Office” o “PhotoShop”) del mundo de las computadoras personales. Mucha gente no sabe siquiera que es una partición, el cual es un concepto básico a la hora de querer instalar el sistema basado en UNIX en nuestro ordenador.
He de confesar que tuve algunos problemas, aún y con todo lo que estudié (compre hasta dos libros y varios tutoriales) para poder aprovechar Linux al 100% en mi máquina, cosa que aún no logro. Lo anterior por supuesto que no es culpa de Linux, ni siquiera de los desarrolladores o de los foros en los que pides ayuda; el mundo globalizado y las grandes marcas sin embargo son un factor de peso al momento de querer comprar algún dispositivo de última generación, pues sólo los hacen compatibles con Windows o MAC.
En fin, la idea básica con la que quería terminar “Ha sido extraño pero rico” era que con mucho menos Hardware podías hacer maravillas con un equipo sólo por el hecho de utilizar otro sistema operativo, con mejores o iguales efectos, igual o mejor desempeño y claro, gratis, pues es un sistema que no cuesta. Desde esa perspectiva, Linux le lleva la ventaja a Microsoft sobre todo en las regiones con menos dinero, pero hay que tener en cuenta que la gente necesita de la orientación de un usuario cuasi experto en la materia para poder sacar todo el jugo al sistema operativo del pingüino.
Respecto a mi experiencia como usuario Linux, he de admitir que lo desinstalé, pero que guardo de él un gran recuerdo de que las cosas por solidaridad pueden darse y tener muy buenos resultados. Nos vemos y hasta la próxima.
Pd. Por cierto, aparte de terminar la serie con este posteo, también comienza la nueva etapa de los escritos, es sólo que quería terminar lo que había empezado para poder comenzar con lo que viene. Saludos.
