Amor mío

Te he deseado tanto, eres un encanto, te dedico esta canción, te dedico mi vida, te dedico mi cuarto de vida.

Miro dentro de mi, de nosotros, es hermoso, no soy el único que lo ve, es estruendoso, es lo mejor, eres un primor.

En un espejo nos vemos, estamos perplejos, es una cuestión de polos no tan opuestos, es una fracción de segundo, es un latido, es tu cara, es mi dulzura hacia a ti.

Eres mi valor, eres la fuerza que queda, eres la claridad, eres el espacio, mi infinito, eres la esperanza, eres mi amor, eres.

Peregrinando nos encontramos, la filosofía no entiende de esta razón en donde no puede haber más que amor, el amor sincero entre seres que eran el uno para el otro desde antes de haberse dado cuenta.

Y te deseo, más que eso, eres todo mi anhelo, eres más que un consuelo amor mío .

Re configuración

No, no es que no piense que no me ames, mi devoción para ti empieza a hacer dañina ¿hasta dónde está la frontera permitida que me diga que es sano depender tanto de ti? ¿Existe esa frontera?

A veces, pienso que no me amas como yo quiero que me ames, y esa es una verdad que alguien mencionó alguna vez hace ya algunos centenarios: Nadie es querido como quieren que lo quieran ¿Lo que queda es conformarse con lo que se tiene? ¿Existe esa clase de amor en algún lado? ¿Es una quimera que yo inventé? ¿Me amas tanto como yo a ti? ¿Por que siento que no lo demuestras?

Es un callejón sin salida que yo mismo he creado para mantener mi mente ocupada, herirme, pensar en que no estará bien, cuando parece que todo de alguna forma camina ¿Cómo se que camina? Camina porque se que lo hace.

Es el fuego del alma, es que me indica que todo estará bien, tu sabes antes eso que yo, yo sé que todo ira bien, es la re configuración de mi alma y mi ser.

Primero, segundo y tercero

¿Cual es el comienzo para hacer algo? El primero, de muchos que me faltan, es como puedo titular esta entrada, la mejor forma para hacer algo, es comenzar a hacerlo, es rara la frase, de hecho es rara la construcción de esta entrada. 

Puede resultar un tanto intricada esta redacción, pero es lo que viene al comienzo de la lluvia de ideas. Con el tiempo suelo volverme más impaciente y tardo más en consolidar alguna buena idea para plasmarla en palabras.

Esta semana he aprendido la lección de cómo querer hacer y que para poder hacer solamente falta que lo hagas. Así que ahí va:

Despejas en alguna medida todo, no todo es una frase y no todo es una solución de varita mágica, estoy al principio de mi cúmulo de posibilidades, y me preguntó ¿Para dónde voy? Literalmente, es, adónde yo quiera y no hay nada más que decir.

Al menos por hoy.