miércoles, 26 de enero de 2011

El Club de la Pelea




Nunca entendí realmente el sentido de todas esas conversaciones efervescentes que teníamos en antaño el grupo de amigos de una persona muy especial y yo. Lo que si recuerdo era una de las menciones o citas que se acumulaban en el abismo de mi mente, referentes a una película llamada "El club de la pelea".



Basada en la novela de homónima de Chuck Palahniuk, debo admitir que dista mucho de lo que pensé trataba la primera vez que vi algo relacionado con ella. Fue por ahí del año de 1999, entonces recuerdo me dio mucha hueva verla pues pensaba que se trataba sólo de una película pretenciosa en la cual actuaba un demasiado expuesto Brad Pitt, una especia de película basada en peleas, superación y apuestas ilegales. Eso terriblemente pensé.

Pasaran muchos años, de hecho fueron doce, hasta que por fin la pude y quise ver, realidad más aplicada al segundo término que al primero.

Debo confesar que es una película que te agarra descuidado, no es, en primera instancia, aquello que nos cuenta la parafernalia que salió entonces (1999) y de la que se ve plagada el paquete en DVD. Uno podría pensar que podrías sumergirte en un mundo "underground" tipos y lugares sucios y mujeres muy "buenas" pero muy fáciles contoneándose por doquier.




Nada de eso, Edward Norton sorprende en un papel sobrio, nada que ver con Historia Americana X, la cual era la cinta referente que poseía una copia de mi mente de él. En cambio, aquí, un oficinista, como siempre, nada a gusto con su trabajo, y para colmo, en busca de emociones fuertes que le dieran la pauta de meterse en problemas.

Conoce a Marla, una mujer cuasi igual de "tocada" que él. Extraño pensar que alguien tenga como pasatiempo pasearse y deleitarse de los grupos de autoayuda de hombres y mujeres con causas casi perdidas (alusión a "Casos Perdidos", perdón, pero tenía que hacer mi comercial).




Pero en fin, no voy a contar la película, después de doce largos años seguro que casi todos ustedes ya la vieron y han de pensar que soy un "retrasado" (término literal y no coloquial) en cuestiones del séptimo arte, algo hay de eso.

Creo que definitivamente es una buena película, y por ello tal vez el "gremio" la comentaba en múltiples ocasiones que no al hartazgo, ahora entiendo un poquito más de aquello y veo, como la vida es diferente aún en pasajes que creías ya habías superado con creces.

Si ya la vieron vuélvanla a ver, en mi caso me dejó con un buen sabor de boca, pues aunque la historia es algo sorprendente desde muchos puntos de vista, me vi desgraciadamente identificado en varios puntos con Edward Norton, supongan que un buen día llegan con una mujer y le preguntan "¿Nos hemos acostado alguna vez?"

Saludos desde aquí. Chao.