viernes, 25 de marzo de 2011

Beethoven Violeta

Violeta CoronariaEste vez me metí en el baúl de los recuerdos, tal vez fuera el año de 2003 cuando me encontré en una tienda de libro este poema que me gustó, me gustó por muchas razones, entre ellas que creía que se ajustaba a mi realidad inmediata con Violeta.

Ella era una persona muy inteligente de la que guardo buenos recuerdos pero también grandes desilusiones, pero bueno, el chiste de esto es que vean lo que leí y me cautivo esa primavera del año 2003:

Una Carta de Amor (Fragmento)

“Mi ángel, mi todo, mi yo…

¿Por qué esa profunda pesadumbre cuando es la necesidad quien habla?

¿Puede consistir nuestro amor en otra cosa que en sacrificios, en exigencias de todo y nada?

¿Puedes cambiar el hecho de que tú no seas enteramente mía y yo enteramente tuyo?

¡Ay Dios! Contempla la hermosa naturaleza y tranquiliza tu ánimo en presencia de lo inevitable.

El amor exige todo y con pleno derecho: a mí para contigo y a ti para conmigo. Sólo que olvidas tan fácilmente que yo tengo que vivir para mí y para ti.

Si estuviéramos completamente unidos ni tú ni yo hubiéramos sentido lo doloroso.

Alégrate, sé mi más fiel y único tesoro, mi todo como yo para ti. Lo demás que tenga que ocurrir y deba ocurrir con nosotros, los dioses habrán de enviarlo…

Este texto es del gran compositor llamado Ludwig Van Beethoven, y además de ser un gran músico también lo era poeta. Me encantó y compre entonces una carta para dársela a Violeta, pero nunca se la entregué, y hoy después de hurgar un poco en mi cajón la vi y sentí que era hora de que alguien más supiera la historia de esta cartita que nunca llegó a leerse por quién debía.

Saludos.

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