Recuerdo hace no mucho, y eso es lo que debiera de prevalecer con los hombres y mujeres de mi generación, que había una especie de odio generalizado a eso que era llamado comúnmente como el partido oficial, es decir, el PRI.
Esta semana apenas, pude leer una noticia sobre el señor Salinas de Gortari, en donde habla de la "imperiosa" necesidad de que los bancos vuelvan a manos mexicanas, como si al señor se le olvidara que el fue quien puso en manos de los gachupines a las instituciones de crédito de este país.
Nadie lo recrimino por ello, aunque como dijo Jairo Calixto, en su columna del diario milenio, casi nadie le puso atención, y es precisamente aquí donde aquella aseveración de Calixto se me hace real y peligrosa, pues si a la gente se le han olvidado las atrocidades de un gobierno como el de Salinas, no es de extrañar porque el PRI se ha estado llevando todas las elecciones en las que ha participado y ha obligado al ahora partido oficial (el PAN) a aliarse con su archienemigo el dizque partido de izquierda, el PRD.
Que luego la gente no se queje cuando el "delfín" de Salinas de Gortari, Enrique Peña, llegue al poder y no haya muertes por el narco pues ellos mismos serán cómplices de ese crimen, y al final pudieran haber otros 70 años de impunidad y corrupción, ¿en donde quedó ese odio y repudio, en el mismo olvido de Salinas y la privatización de los bancos?
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